BAJO TINIEBLAS
Cientos de veces vemos pasar personas no tan
agradables por nuestro lado, aquel que huele mal y su vestir no es tan atractivo
como quisiéramos; pero alguna vez no hemos preguntado ¿Quién es? ¿De donde
viene? ¿Toda su vida ha sido igual? Muy probablemente No. Porque vivimos
enfocados en nuestro mundo y solo damos importancia a aquello que es de nuestra
incumbencia.
Lo triste de esta realidad, no es pensar en
nosotros, si no ser consientes que aquellas personas bien podría ser alguno de
nuestros seres queridos o peor aun nosotros mismos.
Es de humanos tener altibajos, puesto que la vida
es una montaña rusa que cuando se está en la punta de la felicidad y la dicha,
sufre un fallo en su motor que nos hace caer en un solo impacto, pero así como
muchos salen fácil de ahí y empiezan su camino nuevamente en subida, otros no,
sino se quedan al borde del abismo.
Abismo que los atrapa sin dejarlos salir, que
transforma su entorno en un nuevo mundo, donde todo se llena de soledad, solo
existe aquella medicina que el momento de la dosis logra sacarlos de la
existencia y bajo el efecto sicodélico nos hace sentir las mejores
experiencias.
¿Pero qué pasa cuando su efecto acaba? Es el
momento de volver a la cruda realidad, aquel lugar desolado, frio y calculador,
donde ya no existe aquel que se hacía llamar amigo, y es allí cuando muchas de
estas personas que han paso a tu lado suplicando ayuda, y no necesariamente
dinero, sino una palabra o un hombro en el cual llorar, pierden la vida.
“Toda
vida es merecedora de una segunda oportunidad”
María Paula Ruiz H.
Negociadora Internacional
Bogotá, Colombia
2012
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